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26/02/2020

La Cibernética de la cibernética desde los ojos del Psicólogo educativo

Woman drawing on blackboard

Inicio este artículo con una afirmación muy enriquecedora para el tema: “el maestro es siempre parte de lo que enseña y el alumno es siempre parte de lo que aprende” (Kenney, 1991). Este enunciado nos indica que la escuela, la interacción maestro-alumno, es un ejemplo claro de cibernética de la cibernética pues se refiere a que el proceso de aprendizaje deja de lado la “objetividad”, integrando al observador y lo observado, dando lugar a un interaccionismo cibernético (Kenney, 1991). Por lo tanto, la cibernética de la cibernética nos ayuda a entender como somos parte de un todo y desde adentro del sistema es que se generan los cambios.


¿Y esto de qué nos sirve a los Psicólogos? Pues la manera en que “conocemos, pensamos y decidimos” (Gregory Bateson, 1979 cit. pos. Gutiérrez, 2011), nos da bases epistemológicas en todos los contextos. El Psicólogo escolar debe conocer estos interaccionismos cibernéticos desarrollando una doble visión en la que integre la mente y el cuerpo de manera que tenga presente que todos los integrantes del ámbito educativo llevan a cabo constantemente un ejercicio autorreferencial, y es de este ejercicio del que el Psicólogo debe estar consciente y, a su vez, transmitirlo a los alumnos pues cada uno tiene su propia manera de entender la realidad, la cual influye en la realidad misma (Kenney, 1991). Por esto, es importante generar la duda en el alumno para que haga un ejercicio reflexivo en el que se haga consciente de su pensar, de su epistemología. 


En mi caso, como Psicóloga educativa, que también ha sido mi rol por muchos años de mi carrera, me doy cuenta que mucha gente maneja un pensamiento lineal, la institución educativa exige una cibernética simple en la que el Psicólogo observa a los alumnos y los retroalimenta. Sin embargo, esto se vuelve imposible cuando te das cuenta que eres parte del sistema en el que estás generando cambios, es decir, retroalimentando. Por lo tanto, una de las metas como Psicólogo es generar, paulatinamente, el cambio de pensamiento lineal por pensamiento circular (Kenney, 1991).


Dada la dificultad de lo antes plateado, es donde entra la estética, es decir, lo artístico del trabajo del terapeuta, lo que impacta en el contexto en el que se desempeña. Todo esto para generar una hemodinámica en la cual se busca la estabilidad y el cambio. Relacionado a esto también está el cómo influye el observador en lo observado. Lo cual, la cibernética de la cibernética, lo ve a través de la ética. Es decir que cada terapeuta marca sus distinciones a partir de su ética, lo que nos habla sobre el mismo terapeuta (Kenney, 1991).


Basándome en lo anterior, me doy cuenta que desde mi rol como Psicóloga educativa, en este caso, todas mis distinciones en los casos de los alumnos hablan sobre mi misma y es importante que sea consiente de esto para enriquecer la situación y no entorpecer procesos. 


Entonces, la estética surge de nuevo, porque el terapeuta debe tener la sutileza de manejar esto como una herramienta de trabajo y no como un factor negativo. También debe de tener presente el hecho de que todo se encuentra vinculado y que trazamos distinciones para poder explorar o construir una realidad, misma que está totalmente influenciada por nuestras personas, nuestra ética, pues sin el observador no existe lo observado. 


REFERENCIAS
  • Gutierrez, J. (2011). Epistemología I., México.
  • Kenney, B., (1991) Estética del cambio. España:PAIDOS

MTF Marina Salazar Alfaro